
El que el año pasado sorprendió a todos con el mejor rugby del campeonato, una delantera fuerte y una tres cuartos eléctrica, CRC Madrid, vive este año instalado en una constante tensión que no está dejando disfrutar del buen rugby de la anterior liga.
La 2009-10 comenzó con problemas en la línea, con bajas importantes como Pedro Cabral y su cohorte de portugueses y canteranos que en principio no tenían hueco como Mini Fernández que está completando un buen año en el VRAC. Bousquet volvió a Francia y llegaron algunos nombres, Douglas Sanft, y pocos hombres, Chuky desde Alcobendas y con polemica. Las lesiones terminaron de romper una plantilla que se completó con canteranos con mucho futuro (Carlos Molina, Fernandez…) pero con demasiado peso sobre sus espaldas en el presente.
Delante los mismos hombres con refuerzos felinos, Paco López Manazas, Tomec, y el ex Toulouse Solaeche, otra perla canoista. Demasiado poco para enfrentarse al Salvador en su 50 aniversario, a una La Vila donde el talonario se usa eficientemente y al consabido enemigo invisible en forma de lesiones.
El resultado de todos estos factores supone un trabajo extra para Sonnes y Barrio que improvisan una línea de tres cuartos que sufre más de la cuenta para imponer su juego, la base de la selección española
Ahora la baja definitiva es la de Sempere para esta temporada junto al samoano Sanft.
El isleño recibe la baja del club tras unos meses en los que su rendimiento ha estado por debajo del esperado. Douglas tiene poco que ver con el enorme jugador que le dio una Copa del Rey en el Central y su regreso desde Inglaterra ha sido decepcionante. Fuera de forma, no ha conseguido conectar con un Feijoo desquiciado en algunos partidos por la falta de continuidad que si tenía el año pasado.
Más sangrante es la situación de Sempere. El mediático jugador valenciano deja al club en la estacada en el peor momento posible con el tramo más importante de la liga por venir y sobrepasado por un estrés que le hace volverse a casa. La Vila parece que ya sigue sus pasos y Davila podría tener por fin cerca su ansiado regreso del hijo prodigo. Por su parte el Golden Boy del oval nacional se despide de la liga pero no así de la selección y de Olympus que siguen contacto con él.
Para solucionar esto, Fermín adelanta dos refuerzos, un apertura sudafricano y un zaguero rumano que apoyarán a un CRC que está herido, lo que le hace aún más peligroso.